Venganza


Para practicar vudú, ponía en la caja. La madre miraba espantada al niño, y luego al juguete, al niño, y al juguete, alternativamente. No entendía nada. Pero hijo, ¿se puede saber para qué necesitas tú esto? Es que lo tienen todos los compañeros de clase. Pues no cuentes con que te lo compre... Pero mamá... Pero nada, nos vamos a casa, y punto, no quiero oírte una sola palabra más sobre la cosa ésta del vu... vudú, o lo que sea.

Aquella noche, el niño no pegó ojo. Herido en su orgullo, no se lo dijo a nadie. Cuando llegó cansado y ojeroso al colegio, notó que todos sus compañeros lo observaban, pero los despreció con su silencio. Él, considerado por todos el "matón" de la clase, jamás admitiría que una veintena de pinchazos intermitentes lo habían mantenido en vela toda una noche.

Microrrelato escrito para participar en el concurso ImaginArte Minificciones en Cadena. La frase de inicio debía ser "para practicar vudú".

13 comentarios:

Juan Vásquez dijo...

Pobre niño, las mamás, aunque con buenas intenciones sobre sus hijos, desconocen mucho del mundo.
A mí me gustó, aunque me confundió un poco la puntuación.

Belén Lorenzo dijo...

Juan, las madres hacen lo que pueden... :o)
Gracias por la crítica, estaba experimentando. Tomo nota ;o) Un abrazo.

Daniel J. Hernández dijo...

Terrible Belén pero intrigante.
Un beso

Belén Lorenzo dijo...

Gracias, Daniel!
Otro beso

Lola Sanabria dijo...

Da yuyu eso del vudú. Que tengas suerte.

Puñado de besos.

Belén Lorenzo dijo...

Gracias, Lola! Sí, es un tema que deja mal cuerpo...
Otro puñado de besos!

Jesús dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Jesús dijo...

ejejjee, haber cómo le explica a su madre que en vez de un muñeco necesita uno para cada niño de la clase para poder seguir manteniendo su estatus...
Aunque un buen matón les sacaría a todos el dinero del bocata y se compraría los muñecos que le hicieran falta... esto es fruto de la E.S.O.!!!!

Sucede dijo...

Belén, muy bueno...de nada le habría servido al niño tener su propia caja me temo, los pinchazos habrían llegado igual...quién se encargó de robarle un pelo o una uña al malote de clase? una incógnita, pero el que lo hiciera lo disfrutó sin duda.
Un placer!

josé manuel ortiz soto dijo...

El mundo de los niños generalmente no es comprendido por los mayores, que alguna vez fueron niños. Es terrible ser adulto y olvidar.

Saludos.

Belén Lorenzo dijo...

Jesús: jajaja, tienes razón, las cosas ya no son como antes... :o)

Sucede: sí, es un misterio, pero fue un valiente, sin duda! :o)

José Manuel: es verdad, se va olvidando según pasan los años...

Gracias por venir! Un abrazo para cada uno.

Yaiza Peña dijo...

Vamos...este me ha encantao...ahí va para los que no duermen tranquilos...

Belén Lorenzo dijo...

jajaja, gracias Yai!