Manual de instrucciones




De pequeña solía rogarle a su madre que le contara alguna historia y, después de insistirle mucho, se quedaba tranquila escuchando el mismo cuento de todas las noches. Esa niña tiene hoy un hijo que no para de suplicarle. Al parecer, necesita un juego para un aparato electrónico del que ella no sabe ni para qué sirve ni cómo se enciende. Impotente ante los lamentos del niño, piensa que tendrá que sentarse a estudiar el uso de semejante artilugio y, lo más complicado, el funcionamiento de su hijo.

Microrrelato publicado en La Esfera Cultural.

19 comentarios:

Chula dijo...

Es lo que tiene el progreso, nos obliga a ponernos las pilas continuamente porque no hay vuelta atrás (aunque sintamos nostalgia).
Abrazos otoñales.

Kum* dijo...

Muy bueno, Belén... la verdad, se te da el tema. Es cierto que a veces no hay quien los entienda... pero, lo mismo les pasó a nuestros mayores con nosotros y a los mayores de nuestros mayores con ellos.

Son hijos de su tiempo... Hacen, simplemente, lo que pueden. Como hicimos, hacemos todavía, nosotros.

Un beso de lunes incierto.

Pd: ...y a Zoë, le pasará lo mismo?

Maite dijo...

Felicidades por la merecida publicación!!! Un abrazo

Jesús dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Jesús dijo...

Buen micro.... me has dejado el rostro con un tono nostalgico... Supongo que cuando tenga hijos seran ellos los queme enseñen a mi a jugar... quizás ellos me dejen enseñarles a montar en bici o a nadar... Bikiños

Susana Pérez dijo...

Muy bueno.
Los tiempos cambian, y como dice el dicho... renovarse o morir.
Besos

Torcuato dijo...

Es lo que se suele decir: Los niños no vienen con un manual de instrucciones.
Un beso.

Anita Dinamita dijo...

A veces solo hay que escuchar, pero no hay tiempo. No son tan difíciles de entender :)
Un abrazo y enhorabuena!

Álfil dijo...

Mario Bross, es el Príncipe de la Cenicienta, la Princesa Peach (como ves, estoy empollado...), es la Bella Durmiente que necesita ser rescatada. El malvado Bowser hace las veces del Lobo Feroz, y Luigi, es el inseparable amigo, a modo de "Tambor". No hay que preocuparse, no hay nada nuevo...
Un saludo ;-)

Claudia Sánchez dijo...

Sí mi niña, hay que sentarse y aprenderse los instructivos. No se puede parar el progreso.
Muy buen relato!
Saludos!

Anónimo dijo...

Muy bueno, muy real

Unknown dijo...

La distancia nos aleja. Muy buen cuento.

Lola Sanabria dijo...

Mucho más complicado el funcionamiento de un ser humano, y muchísimo más si se trata de un hijo. Buen micro.

Besos.

Belén Lorenzo dijo...

Chula: o nos ponemos las pilas, o el progreso nos pasa por encima, no hay remedio.

Kum*: en la vida, todos hacemos lo que podemos. Se aprende sobre la marcha, sin instrucciones (incluso Zoë...).

Maite: muchas gracias, eres un sol!

Jesús: estoy segura de que te dejarán que les enseñes un montón de cosas, pero también de que tendrás que aprender de ellos otras tantas!

Su: renovarse, siempre hay que elegir renovarse... :o)

Torcuato: pues deberían traer un manual, en lugar de un pan debajo del brazo :o)

Anita: muchas gracias! Tienes razón, al final es una cuestión de tiempo, pero todo va tan rápido...

Álfil: jajaja, ya veo, ya... Gracias, tomo nota del resumen!

Claudia: muchas gracias! Sí, es cuestión de sentarse y aprender sobre la marcha, sin preocuparse demasiado por el resultado. Ya la vida misma completará lo que falte...

Pablo: muchas gracias! Tienes razón, me temo que es muy real.

Entrelagente: Bienvenido! Hay un poco de eso, de distancia, de diferencia generacional, pero hay que tratar de salvarla.

Lola: muchísimo más. Con las máquinas puedes extraer conclusiones, prever resultados: con los hijos, nunca, siempre sorprenden con algo nuevo.

Muchísimas gracias a todos por venir!

ROSIO dijo...

Si,el tiempo cambia, da nostalgia, yo estraño leerles, ellos sus novedades.

bicefalepena dijo...

Menos mal que los niños no vienen con un manual bajo el brazo. Seguro que todo terminaba complicándose más de lo que ya es...

Un abrazo

Belén Lorenzo dijo...

Rosio: tienes razón, pero el tiempo también trae cosas buenas que sólo serían posibles con su paso.

Bicefalapena: jajaja, igual sí, especialmente si las instrucciones no vienen en nuestro idioma :oS

Un abrazo, gracias por venir!

Anónimo dijo...

Nunca se debe dejar de aprender..

Belén Lorenzo dijo...

Nunca se puede de dejar de hacerlo... :o)