Cita ineludible



"¿Cómo te atreves a venir ahora? Tardaste tanto que ya no te esperaba". Aunque él era incapaz de disimular su enojo, ella se mantuvo impasible. "Puedo retrasarme, pero siempre llego", dijo la Muerte.

Microrrelato publicado en La Esfera Cultural.

Maneras de vivir

Vive en la calle por decisión propia. Nadie puede obligarle a dormir en una cama con sábanas limpias en lugar de una playa techada de estrellas, y él lo sabe. Sentado en cualquier parte, contempla el ir y venir de la gente que pasa a su lado, observa cómo lo evitan, cómo marcan distancias. Ilusos. Ciegos de prejuicios, son incapaces de ver que es él quien no quiere saber nada de ellos.

Gula primigenia

Y dio otro bocado, y otro más, hasta terminar de comer toda la manzana. Total, pensó Adán, ¿qué es lo peor que nos puede pasar?


Microrrelato escrito para el Concurso Relatos en Cadena. La frase de inicio debía ser "Y dio otro bocado".

Telebasura

"Ya están aquí..." decía una voz infantil desde el televisor. Cómo odiaba que su hija viera ese tipo de películas. Espíritus, extraterrestres, psicofonías... Algún día tendrá que sentarse a hablar seriamente con ella, antes de que se crea todas esas pamplinas. Lo ve venir: se convertirá en una inadaptada. Ningún niño querrá jugar con ella cuando regresen a su planeta.


Microrrelato escrito para participar en la reunión de relatos sobre extraterrestres del blog Diario de Anónima Mente.

Mi vida es una cuestión de tiempo

Siempre he sido muy independiente. Por eso nací antes de lo previsto y pasé un mes alejada de mis padres, en una incubadora. Al final me llevaron a casa, donde reiné en solitario hasta la llegada de mi hermano. Con él estuve siempre en guerra hasta que fui a la Universidad. Le brillaban los ojos cuando me dejaron en el aeropuerto.

Obtuve la licenciatura en los años previstos, pero tardé algunos más en encontrar trabajo fijo. Ahora pierdo tiempo explicando qué es ser archivera. Sí, digo a quien pregunta, hay que estudiar para saber guardar papeles en cajas.
 
 
Este microrrelato participó en el I Concurso de Microrrelatos "Tu vida en 100 palabras"  (Asociación Cultural Guenaxa)

Veteranos

El mañana les espera con las manos vacías, y ellos le sonríen abiertamente. Después de tantos años de penas y glorias por fin han aprendido que sólo son dueños del momento preciso en el que viven. Ya no tienen miedo a nada, ni siquiera a la muerte. Que venga el mañana, si quiere. Ellos no piensan ir a su encuentro.


(Microrrelato escrito para el Concurso ImaginArte Minificciones en Cadena. La frase de inicio debe ser "El mañana les espera con las manos vacías")

Persistencia

"A la tercera va la vencida", pensó cuando se casó con su tercera ex esposa. Hoy repite el trámite con la misma ilusión de las veces anteriores. Sonriente, piensa convencido: "A la tercera mujer rubia va la vencida".

(Microrrelato escrito para la reunión de relatos sobre frases hechas del blog de Anónima Mente)

Pasen y vean

Anoche me despertó gritando. Medio dormido, le pregunté ¿qué pasa? Nada, era sólo una pesadilla, dijo ella con alivio. Soñé que estábamos en un circo, rodeados de gente extraña. Había un ventrílocuo con un muñeco horrible, payasos que no paraban de reír y una mujer barbuda que no dejaba de mirarme. Hacían mucho ruido y yo lo único que quería era irme a casa contigo. Bueno, no pasa nada, le dije mientras la abrazaba, era sólo un sueño sobre un circo. No me entiendes, me dijo angustiada. Nosotros estábamos en el escenario. Ellos eran los espectadores.


(Microrrelato escrito para la reunión de relatos sobre el circo del blog de Anónima Mente)

Lenguaje corporal

Él sabe de sobra que los gestos delatan a las personas. De hecho, se gana la vida interpretándolos. Su sagacidad al respecto es conocida en el mundo empresarial, aunque también lo llaman algunos particulares. En cualquier caso, actúa un poco como un mago: nunca revela sus trucos. Y es que hay algunos muy sencillos. Le basta ver que una persona responde a una pregunta mirando hacia la izquierda para saber no es de fiar: esa persona miente. 

Desde hace un tiempo, está llevando el trabajo más allá de los límites estrictamente profesionales. Conocedor del misterioso lenguaje del cuerpo humano en general, está adaptando los gestos del suyo en particular para esconder sus infidelidades. Por eso, cuando llega tarde a casa y su mujer le pregunta dónde ha estado, él mira hacia la derecha y se apresura a responder que ha tenido mucho trabajo. Ya, yo también, le dice ella mirando hacia la izquierda.

Lenguaje no verbal

Abandonando la duda a la suave brisa generada por su abanico, la joven dama se valió de éste y del indiscreto brillo de sus ojos para expresarle a su amante todo aquello que no le estaba permitido decir con palabras.

(Microrrelato escrito para participar en el concurso ImaginArte Minificciones en Cadena. La frase de inicio deber ser "abandonando la duda a la suave brisa")