Fantasías

De nuevo, se le ha hecho tarde. Su madre no entiende que le faltan sólo cinco minutos para rematar al dragón. Se le ha ido el tiempo persiguiendo delincuentes, ganando un mundial de fútbol, escalando la montaña más alta que recuerda y capitaneando un navío fantasma. Está agotado… Y sucio. Después de varios intentos, su madre logra convencerlo de que lo mejor es que vuelvan a casa  y borren las huellas de sus hazañas con una esponja.


Mientras le ayuda a desvestirse, deja que el agua llene lentamente la bañera. El sonido del grifo vaciándose sobre la porcelana se mezcla con la risa de su hijo. Dentro de nada estará durmiendo plácidamente junto a sus dos hermanos pequeños. Entonces ella podrá disfrutar del silencio de la noche sentada en la terraza de esa casa que comparte con un hombre amable que la escucha y cuida de ellos.



8 comentarios:

Miguel Ángel Pegarz dijo...

Me gusta la ternura del relato, la duda de si ama al hombre o no y, ¡qué carajo!, que ya era hora que leyera algo donde mi género no sea la reencarnación del demonio.

Belén Lorenzo dijo...

jajaja, es que no lo es... Hay de todo en todos lados. De todas, formas, lo pensé más bien como una fantasía: la del niño frente a la de la madre (que sólo tiene un hijo y no vive con alguien que la ayude). Me da que no lo logré del todo...
Un abrazo fuerte, y mil gracias por opinar.

josé manuel ortiz soto dijo...

Beleén, la primera parte me gustó mucho, pero la segunda me desconcertó, tal vez por lo contrastante. Debí volver al título, que al fin al lo explica todo. Sorpresa: todo cobra sentido.

Un abrazo.

Belén Lorenzo dijo...

Claro, si no se tiene presente el título, la segunda parte queda muy rara, sin relación... En este caso, el título no sólo abre (parece que el texto va sobre las fantasías del niño, y ya está), también cierra.
Gracias por pasar, José Manuel. Un abrazo.

Anita Dinamita dijo...

La fantasía de la madre "dentro de nada estará durmiendo.." eso sí que es fantasía... lo que tardan en dormir :)
Es verdad, volviendo al título es cuando gana fuerza y se entiende la segunda parte.
A mi eso de que "cuidad de ellos" no me gusta... pueden cuidarse todos, no?
Abrazos

Belén Lorenzo dijo...

jajaja, ya que fantasea, que lo haga por todo lo alto!

Lo de "cuida de ellos", entiendo que no te guste, pero yo lo veo como un momento de debilidad: está sola, pendiente de su hijo... y ¿por qué no? Aunque uno sea capaz de cuidarse a sí mismo, y de otros, también reconforta la sensación de que alguien cuida de ti. Lo entiendo como un aspecto más de la vida, no como una postura ante ella... Pero si no te gusta, no te gusta, faltaría más... :o)
Un abrazo, Ana.

Rosío dijo...

hola Belén...te robo algunos de tus nanorelatos para ir a presumir tus letras...espero no te moleste...abrazo.

Belén Lorenzo dijo...

Hola Rosio, claro que no me molesta! Al contratio, gracias a ti por llevártelos.
Un abrazo.