Con-tacto

Sin pretenderlo, cada vez se aísla más. Día a día su mente se esconde en las profundidades de un cuerpo impermeable a los estímulos. Hace años que no oye bien, y la vista ha empezado a escaparse de puntillas. Estoy aquí, le digo acercándome a ella, mientras veo cómo su mirada se pierde en una dirección errónea. Estoy aquí, repito tomándole la mano. Sólo entonces consigue apoderarse de las riendas atrapando la mía entre las suyas para comunicarse de la única manera que los años le permiten: llenándola de incontables besos.  


16 comentarios:

Anita Dinamita dijo...

Ay, me recordó a mi abuela, aunque ella no era tan cariñosa... también le decía ¡abuela, estoy aquí! y miraba como si yo me transparentara!
Un abrazo

Puck dijo...

Precioso modo de comunicación
Saludillos, no, mejor, besotes

Anónimo dijo...

Te ha quedado precioso...

Luisa Hurtado González dijo...

Me ha encantado tu modo de contar lo terrible que puede llegar a ser la vejez. "Un cuerpo impermeable a los estímulos". Esas palabras son geniales.

Sucede dijo...

A mi este tema me llama mucho. Esa descomposición lenta a la que todos estamos destinados...
Abrazo!!

Jesús dijo...

genial

Belén Lorenzo dijo...

Anita: la mía no tampoco lo era... El tiempo lo cambia todo!

Puck: cuando los medios convencionales faltan, hay que buscar sustitutos. Y sí, mejor besotes :o)

Alury: muchísimas gracias!

Luisa: muchas gracias! A veces las palabras nos ayudan a asomarnos a realidades difíciles. Le dan otra dimensión...

Sucede: por suerte o por desgracia, a veces no es así, pero en todos los casos cada camino tiene su grado de dificultad. Abordarlo como tema ayuda a verlo en perspectiva.

Jesús: gracias!

Miguel Ángel Pegarz dijo...

Muy tierno para algo tan duro.

Belén Lorenzo dijo...

Gracias, Cybrghost! Es que en la vida van entrelazadas las dos cosas...
Un fuerte abrazo.

Octavius Bot dijo...

Mientras nos podamos comunicar seguiremos aquí. Y cuando no podamos, seguiremos aquí en los que se comunicaban con nosotros.

Un abrazo

Octavius Bot

Belén Lorenzo dijo...

Sí, hay muchas formas de seguir estando...
Un abrazo, Octavius.

Odile dijo...

Es imposible no comunicar y hay muchas formas de hacerlo. Tu relato me ha transmitido mucha ternura.

Un beso que vuelve a tender su colada

Belén Lorenzo dijo...

Odile, muchas gracias, y qué bueno leerte por aquí! Estoy leyendo muy poquito, tengo que visitarte más :oS
Un besote.

Ana Belén García Sánchez dijo...

Triste y tierno a la vez. Menos mal que tenemos el sentido del tacto que tanto nos llama hacia afuera y nos relaciona con este mundo. Un abrazo Belén.

Belén Lorenzo dijo...

Muchas gracias! Tal vez, hasta se intensifica... No lo sé. En cualquier caso, es difícil. Es como tocar el timbre de una casa esperando que te abran, y sentir que la persona que la habita está planteándose escapar por la puerta trasera. Estar y no estar al mismo tiempo... :oS
Un beso.

Belén Lorenzo dijo...

Muchas gracias! Tal vez, hasta se intensifica... No lo sé. En cualquier caso, es difícil. Es como tocar el timbre de una casa esperando que te abran, y sentir que la persona que la habita está planteándose escapar por la puerta trasera. Estar y no estar al mismo tiempo... :oS
Un beso.