La isla estaba hecha de viento: de las palabras que se llevaba, de las noticias que traía, de las voces efímeras de sus habitantes etéreos. Pero era tan hermosa, que parecía verdadera, y a ninguno de sus moradores le preocupaba que pudiera ser tan precaria como ellos.
1 comentario:
Sí, es verdad...
Saludos, David!
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